Bueno mis lectores, el Rongresito ha terminado con un saldo de cero en la billetera y una legión de costeños con ganas de no irse. La vaina es que yo no me quiero ir, pero este mundo da muchas vueltas y sin dejar de detenerse, he ampliado un poquito mi futuro en la próxima década, y espero verme por estos lares realizando mi vida, pero, falta mucho para que eso suceda. Al menos trataré de ver que las cosas terminen su ciclo por allá en Curramba.
Siguiendo un poquito con estas entregas, cabe resaltar el hecho que aprendí mucho del congreso. Aquellos incrédulos que piensan que los congreso sirven es para escaparse de la casa y ciudad para irse a rumbear, se equivocan, ya que hay personajes, donde me incluyo, que razonan el esfuerzo para venirse de muy lejos a no malgastarse la plata. Eso sí, cuando hay rumba, hay que cumplir con ese deber social, y en eso no me equivoco.
No olvidaré la borrachera de Pedro y Javier, así como la presencia de las Chicas Superpoderosas, y los 101 chistes de Kuroko que me hicieron tanto reír, a todo ellos gracias por haberme dado la semana que necesitaba, así como aquellos que se acordaron de esta servidora durante su estadía en la capital del Valle.
Gracias!!
Agradeciendo la atención prestada,
Reiko Ukyo
